jueves, junio 03, 2004

en lima

regresé ayer de mi viaje. en el fondo, me ha gustado pasar un tiempo con mi mamá. a pesar de que no ha habido en cuzco ninguna escena digna de "los años maravillosos" (en el sentido de que no hubo ningún momento en el que ella y yo nos hayamos revelado un secreto profundamente conmovedor, mientras se escucha "in my life" de los beatles, o la música que los libretistas escojan para la ocasión) durante estos seis días ambos nos hemos acompañado silenciosamente, respetuosamente. yo y mi mamá. es hasta tierno. no referiré detalles del viaje --cualquiera que haya ido a cuzco ha visitado los mismos lugares que yo-- así que lo dejo ahí. a favor: el paseo a caballo que hicimos el lunes (especialmente el momento en que los animales se detuvieron a beber bajo el sol, luego de pasar por entre un berreante, polvoriento rebaño de ovejas), la mirada preciosa que me devolvió una chica alemana, el viaje de cuatro horas rumbo a aguas calientes en tren. la sonrisa de mi mamá cuando estábamos en macchu picchu, también. en contra: tener a mi mamá al lado todo el tiempo (mirarle las piernas a una chica mientras a tu lado está la misma persona que antes te cambiaba los pañales es, cómo decirlo, extrañamente vergonzoso), que se malograra un botón de mi cámara, gastar tanta plata... en fin. me he quedado con ganas de volver, sí. solo. o mejor: con una persona que no sea mi mamá, y a quien se pueda besar mientras el tren ingresa por uno de esos túneles largos en los que todo se vuelve de pronto negro.



11:51 a. m. [césar]