domingo, julio 18, 2004


otra cosa que escribí para ti.

Te veo. Estás comiendo, masticas cada bocado cerrando ocasionalmente los ojos, como si los sabores nunca más fueran a repetirse y tú quisieras que no se escapen a otro planeta. Cortas la carne, con el tenedor acomodas un último bocado sobre el plato, y lo recoges. La comida desaparece feliz dentro de tu boca. Tu boca. Podría pasarme días viéndote comer. Es de noche, corre viento frío. Eres bonita.


9:40 a. m. [césar]