Saludos de la amorosa pequeñita.
Te los entrego antes de que me olvide y se queden aquí guardados.
caro
y encima la amorosa pequeñita me manda saludos con carolina. fkdañfakñaokòjipoafdñaÑKLVZCX (---> golpe sobre teclado). me alegra y me pone triste en simultáneo...
A veces, cuando caminas, balanceas apenas los brazos, ladeas la cabeza obedeciendo a un ritmo interno. Y cantas. Sí, te veo, cantando sólo para ti, en voz bajita. Para el público dentro de tu cabeza, que eres tú, cantas.
muchas gracias, estimado organismo animal o vegetal que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo... por cierto, a mí el album blanco de los beatles no me gusta mucho. ¿sabes dónde se cura esa vaina?
A mí no me gusta ni Get back ni Come together, entre otras canciones, no hay problema. Es probable que nunca me gusten o que sí, ya sabré entonces.Parásito.
"...¿Quieres que te confiese una cosa? Escribir es sólo apasionante como perspectiva, como proyecto, como necesidad. El ejercicio mismo, en cambio, es fatigante, atrozmente penoso. Es una especie de masturbación maniática, que se prolonga y lo devora a uno, lo aísla de todo, lo desrealiza. Te juro que por momentos tengo la impresión de dejar de vivir. Quisiera salir, tener toda clase de aventuras, tomar trenes, barcos, hacerme gángster, guerrillero, viajante de comercio, cualquier cosa que signifique un mínimo de riesgo y tránsito físico. La vida puramente intelectual es absurda y triste, sólo admirable en los otros. En otros tiempos, uno podía escribir estimulado por ciertos espejismos: la gloria, el dinero. He leído una maravillosa frase de Balzac: "los orígenes de mi vocación, de mis libros y de mi vida, son exclusivamente pecuniarios". Pero hoy día uno escribe casi sin esperanzas, para llenar ciertos vacíos y deficiencias, para desquitarse de algo anormal. ¿Quién puede creer ahora que una novela va a cambiar algo y si así fuera, qué mierda me importa si yo no seré jamás el beneficiado? Creo que la condición intelectual privilegiada es la del estricto lector. Vive y cuando quiere coge un libro, vuela un rato, lo cierra y regresa. A mí me jode horrores vivir volando, no quiero pasarme la vida como un cometa. Estoy irritado con mi vocación, sobre todo porque ya no hay marcha atrás posible, si no tuviera tiempo para escribir me sentiría desesperado. Pero pienso que hubiera sido mil veces preferible otra vocación, menos exclusiva y tiránica, más sociable y concreta. He estado leyendo las cartas de Flaubert y no hay nada más espeluznante ni conmovedor. Es horrible llevar una vida de trapista sin creer en el paraíso." (la carta no es mía, pero no importa.)