sábado, junio 12, 2004

me vengo de la filmoteca de la pucp

la inauguraron hace 2 semanas pero yo he ido recién: proyectaban "fanny & alexander" de bergman. la filmoteca, experimentada en vivo y en directo, me ha parecido una mierda. o sea que mis temores se confirmaron. el auditorio estuvo conformado mayormente por tías con tarros de tinte en la cabeza y parejas de enamorados comiendo canchita, todos felices de poder ver una película que los hará parecer más interesantes después. a mí la nueva ubicación de la filmoteca se me hace más cercana, pero añoro muchísimo la del centro de lima: la oscura, añeja, arcaica filmoteca del centro de lima con sus butacas de madera y su público conformado básicamente por jubilados, gente que vive en el centro, estudiantes de san marcos, grises empleados ministeriales, cinéfilos. ¿irán ellos hasta san isidro a ver sus películas? lo dudo. además ahora la entrada cuesta 10 soles, casi el doble de lo que costaba antes. en la otra filmoteca nadie vendía canchita, y por tanto la pobre señora norma no tenía, como ahora, que decir antes de la función que por favor no hicieran ruido con las bolsas —la pobre hasta repartíó unas bolsas "no ruidosas", para que la gente vertiera allí lo que sea que hubieran comprado— y que apagaran los celulares. aunque igual sonó al menos tres veces el juguete de algún idiota ("¿aló? ahorita no puedo hablar porque estoy viendo una película")... o sea que he sentido lo de siempre: que cada vez más en este país la cultura es un artículo de lujo, y cada vez más, también, un adorno para que algunos y algunas la exhiban sin aprender nada de ella. qué pena. lo que es yo, trataré de ir lo menos posible a ese lugar.

11:23 p. m. [césar]