sábado, julio 10, 2004


pobre mosca. probablemente entró en mi cuarto cuando abrí la ventana, en la tarde, antes de salir a clases. ¿qué estaría buscando aquí? se ha quedado sentada sobre el escritorio, bajo la luz blanca de esta lámpara, pensando quizás en qué cosa hacer ahora. ¿y su basurita? ¿y su carnecita podrida? no hay nada de eso en mi cuarto, pobre. no pienso abrir nuevamente la ventana porque no quiero que entre el frío. además ella no me fastidia, sentadita como se encuentra bajo la luz blanca de esta lámpara. sus alas probablemente suaves no son transparentes del todo: hay algo tornasolado en ellas. yo puedo distinguir al menos tres colores: cyan, magenta y marrón. sí. hace un momento la mosca posó sus seis patitas sobre el enorme parlante que tengo aquí al lado: como la luz blanca de esta lámpara bañaba su cuerpo, parecía un grano plateado sobre el parlante negro. un extraterrestre de algún planeta sin moscas habría dicho "qué hermoso". como a mí las moscas me dan un poco de asco no pienso en eso, pero sería un bonito acto de justicia que se materializara un extraterrestre aquí, en mi cuarto, para que pudiera verla. aunque ahora está sentadita sobre el escritorio. bsss. (mosca, tu sangre es roja como la mía. yo también estoy en un cuarto grande y desconocido, grande y desconocido, pensando en qué cosa hacer ahora, por ejemplo...) mosca de mierda, estaba escribiendo algo lindo acerca de ti y te has ido volando. regresa. ¿dónde has ido a esconderte? ah. estás sobre la pared blanca. ahorita te mato.

12:14 a. m. [césar]
  
  • Blogger césar:
    escribí esto mientras la mosca estaba sobre mi escritorio, pero para la foto parece que ella prefirió colocarse sobre el monitor.  
  • Blogger césar:
    por cierto, dedico este texto de aquí arriba a mi amigo el azeta. me ha salido parecido a algún texto suyo, aunque no sé cuál...  
  • Anonymous Anónimo:
    Ya iba a escribir que este texto no me gustaba mucho pero llegué al final y me pareció buenísimo.Firma: Behind the mask.  
  • Anonymous Anónimo:
    A mí me hizo recordar esos poemas de Heraud sobre insectos, el que empieza con "Señora cucaracha: en verdad no la amo ni un poquito, pero me da pena matarla..." y el otro también sobre la mosca que termina con : "Sólo espero no alimentarla y no verla en mis entrañas el día que si acaso me matan en el campo y dejan mi cuerpo bajo el sol".