jueves, mayo 20, 2004


[otro fragmento]

Sí. Volteado su cuerpo sobre el sillón verde, con la cabeza apuntando al suelo y los cabellos alcanzando el suelo, como serpientes negras descolgándose, con el torso arqueado sobre el sillón verde y sus piernas en alto señalando ambas hacia el techo Mariela veía la televisión. Su mano apresaba el borde de la blusa, con fuerza. Si esa mano de Mariela no hubiera estado allí, sujetando la blusa, ésta se habría descorrido un poco. Y si Mariela no hubiera estado allí la blusa se habría lanzado al piso, quedándose como muerta, indefinidamente ya sin posibilidad alguna de caerse al techo. Me arrodillé, para acercarme a su oído. ¿Quieres vomitar? dije.

11:03 a. m. [césar]