una de las razones por las que estoy estudiando français es porque así podré leer poesía en francés (y decir bien "genevie bujold", además.) he visto alguna traducción de "dans ma maison" --creo que por eso no me compré el libro-- donde en vez de "vendrá usted a mi casa" en el primer verso el traductor había optado por "vendrán ustedes a mi casa". en francés el "vous" es indistintamente singular o plural, pero me parece desastroso optar por el plural. le quita al poema buena parte de su erotismo... probablemente carver haya conocido este poème: hay un poema a los pies, escrito por él, que nanni moretti lee en "la habitación del hijo" y que tiene cosas en común con este de acá. me parece. hay también un disco donde yves montand canta algunos poemas de prèvert: he escuchado los primeros 30 segundos de "dans ma maison" en amazon y no me han gustado. pero igual quisiera tener el disco. me gustaría leerle alguna vez estos versos ("ermozísimos") a alguien.
ahí va el poema, en français y en español. hay además un dibujo preparado especialmente con motivo de su publicación en este blog (agradecimientos: tania, por el detalle del cuadro "el pato y su dueña", servicio de búsqueda de imágenes de google, photoshop 7.0)
"...¿Quieres que te confiese una cosa? Escribir es sólo apasionante como perspectiva, como proyecto, como necesidad. El ejercicio mismo, en cambio, es fatigante, atrozmente penoso. Es una especie de masturbación maniática, que se prolonga y lo devora a uno, lo aísla de todo, lo desrealiza. Te juro que por momentos tengo la impresión de dejar de vivir. Quisiera salir, tener toda clase de aventuras, tomar trenes, barcos, hacerme gángster, guerrillero, viajante de comercio, cualquier cosa que signifique un mínimo de riesgo y tránsito físico. La vida puramente intelectual es absurda y triste, sólo admirable en los otros. En otros tiempos, uno podía escribir estimulado por ciertos espejismos: la gloria, el dinero. He leído una maravillosa frase de Balzac: "los orígenes de mi vocación, de mis libros y de mi vida, son exclusivamente pecuniarios". Pero hoy día uno escribe casi sin esperanzas, para llenar ciertos vacíos y deficiencias, para desquitarse de algo anormal. ¿Quién puede creer ahora que una novela va a cambiar algo y si así fuera, qué mierda me importa si yo no seré jamás el beneficiado? Creo que la condición intelectual privilegiada es la del estricto lector. Vive y cuando quiere coge un libro, vuela un rato, lo cierra y regresa. A mí me jode horrores vivir volando, no quiero pasarme la vida como un cometa. Estoy irritado con mi vocación, sobre todo porque ya no hay marcha atrás posible, si no tuviera tiempo para escribir me sentiría desesperado. Pero pienso que hubiera sido mil veces preferible otra vocación, menos exclusiva y tiránica, más sociable y concreta. He estado leyendo las cartas de Flaubert y no hay nada más espeluznante ni conmovedor. Es horrible llevar una vida de trapista sin creer en el paraíso." (la carta no es mía, pero no importa.)