jueves, noviembre 01, 2007



pobre. de veras.

¿existe contradicción más evidente que esta: una artista -alguien que se ha pasado la vida agazapada tras una verdad, 'su' verdad más que sea- y un político? aprista, además... que de repente ni siquiera ha leído a la artista. prejuicio, sí, pero te apuesto.

y la mira desde arriba... no sabía que blanca varela estaba ya tan enferma. 'rapidito antes que se muera' habrá pensado alguien en el congreso. pobre. de veras. una medalla. y después martha hildebrandt presenta un libro sobre tu obra.

la época de los grandes poetas peruanos está terminándose. cuando falleció watanabe... recuerdo que me impresionó que no hubiera más gente en su velorio. enrique victoria, el segundo día de velorio, con el féretro abierto y las varitas de incienso humeando, con autoridad y con elegancia entonó un cántico frente al ataúd, en japonés, creo, y yo hubiera querido preguntarle qué era lo que significaba. pero como no lo conocía... en cualq. caso me parece un reconocimiento bello: de un artista a otro. reconocimiento que, por último, merecemos todos los seres humanos por el sencillo hecho de tener cuerpo y poder respirar.

la poesía no sirve para nada.

(no debí haberme hecho el loco las últimas veces que vi a watanabe en algún lugar... sobre todo porque fue él quien escribió tan generosamente esa carta para mí, recomendándome para la beca). tengo que retomar su página web. terminarla.

ya me voy.


2:14 p. m. [césar]