jueves, noviembre 15, 2007

bandeja de salida

...te contaré que ando más o menos estable por estos días, cher amie. la vida me gusta, con todas las cosas negrosas que trae consigo. hoy salí a dar una vuelta y me ha gustado. hay que aprender un montón de cosas de los árboles, pasu, sobreviven... hoy vi sobre la madera gris de un árbol el diminuto, realmente diminuto cuerpo de una arañita, muerta quién sabe cuándo. el paralizado cuerpo estaba allí, sobre la tela que el viento acariciaba apenas: seguramente murió mientras caminaba la arañita y ese fue un evento más, sin mayor o menor importancia que poner huevos o coser hilos, silbando bajo el sol. (yo quería escribir acerca de mi paseo de hoy, acerca de muchas cosas pero no puedo. cómo podría explicar que las zapatillas blancas que usaba un tipo mientras iba cruzando la pista hacían que sus pasos fueran leves, deliciosos sobre el asfalto... o ese contraste que mucho me gusta entre el color del pasto y la tierra mojada.)

pienso mucho en mi futuro estos días, sabes. me imagino viejo y siento curiosidad por saber en qué andaré metido, qué cosas estaré pensando, cómo será mi rostro. la vez pasada, por ejemplo, estuve en casa de mi abuelita. ¿te llegó ese e-mail? allí te contaba que me gustaría llegar a los ochenta años así, no siendo ya mucho hombre o mujer, sino viejo a secas. seré gordo y te miraré con cara de no-tengo-ni-idea. qué maravilla.


10:14 a. m. [césar]